La última vez fue el año
pasado en México.
Pero bueno el tema es que hoy escuchando algunas cosas
interesantes de un estreno argentino me mande al cine.
No tenía idea de qué iba esta película hasta 15 minutos antes de verla. El tema me tiro de las patas.
No suelo ir al cine frecuentemente, disfruto de las peliculas en privado, pero a veces, hay que decirlo, el diablo mete la cola y esta fue una de esas.
“Wakolda” unestreno de la directora y
en este caso también guionista Lucia Puenzo.
Wakolda es el nombre de una muñeca. La muñeca es de una nena de 12 años, hermosa. Ambas junto con su familia viven en el sur de la Argentina por allá por los
años ’60 donde dicen que era un caldo de
cultivo para refugiados nazis.
Entonces... hay un ex médico nazi que se entrecruza con la pequeña dueña de Wakolda. Hermosa, inquieta, curiosa pero mucho más pequeña que todos esos calificativos juntos y con ganas
de crecer, de ser más esbelta.
Está la familia con una madre embarazada y un viril y estoico padre, hermanos y claro también está Wakolda.
Y está también el gran sur argentino, con sus montañas, arboles, caminos,
nubes y cielos eternos.
Y con todo eso Puenzo arma su película, que según leí fue
primero una novela y luego la transforma en guion cinematográfico.
El super gancho es tener un nazi ahí dando vuelta alrededor
de esta familia que tiene como destino varios objetivos.
El idioma aleman es protagonista también de esta pelicula.
Y si hay familia, hijos, idioma extranjero, tampoco puede faltar la escuela.
El idioma aleman es protagonista también de esta pelicula.
Y si hay familia, hijos, idioma extranjero, tampoco puede faltar la escuela.
Y en la escuela todos, todos tienen algo para decir, desde la
supremacía de la raza aria, hasta el personaje de la fotógrafa que está en la
escuela y parece saber quién es quien en la historia, tal vez por la magia de
la cámara fotográfica.
Y el nazi.
Y Wakolda con la esperanza de vivir, de renacer.
Y el nazi.
Y Wakolda con la esperanza de vivir, de renacer.
Esta es una película en dónde todo y todos parecen ser personajes
centrales, pero nadie tiene la punta del ovillo. Es una historia cuyo peso no
recae sobre ningún personaje específico.
Y una frase de Eva, la madre de familia signa a mi entender todo el argumento y trama central: "No me importa quién sea"
Y se vuelve interesante, por lo menos hasta el desenlace.
La película me gustó porque está bien hecha.
Tiene inmejorable sonido y eso es un placer, todo se escucha
perfecto.
Tiene una fotografía que dibuja momentos.
La edición es elogiosa.
Y las actuaciones están a punto.
Hay parlamentos completos en alemán subtitulados en español.
Hay una música que acompaña los eventos. Puede gustar o no
pero está, es parte y justifica cada motivo.
Hay película? Hay película!
Por eso supongo fue seleccionada
para ir a la preselección de los Oscar en el gran país del norte.
Florencia Bado es la hermosa niña de 12 años que quiere
crecer… Quién no ha querido crecer a esa edad, y si encuentra “alguien” que
promete eso, cómo… cómo no creer… verdad? Me encantó su libertad de acción su
comunicación con una cámara inquieta.
Álex Brendemühl, actor oriundo de Barcelona es el Nazi, que tiene el secreto, entre muchos otros, de hacer “crecer” a Lilith la pequeña de 12 años con sus experimentos siniestros. Un personaje con mucha más mascara que alma de doctor diabólico.
Natalia Oreiro es Eva la mamá de Lilith, embarazada en medio de la cordillera hostil en pleno invierno lleva adelante varios proyectos. Ver "crecer" a su hija y levantar nuevamente una posada hotel llena de recuerdos. Es mujer, es madre, es emprendedora, y es esposa. Me gustó mucho. Un rostro que con una paz infinita compone un personaje redondo, diálogos que saltan del alemán al español sin solución de continuidad muy muy bien cuidados. Un gran trabajo. Su rostro limpio y espontáneo con lagrimas al parecer verdaderas que sí emocionan y una singular actuación con la mirada, para tener en cuenta.
Diego Peretti es Enzo el marido de Eva. Pero es Diego Peretti, haga lo que haga, impecable pero por ahí habría que darle un poco de soga, mágia, libertad, despeinarlo, no sé darle alas para que construya más Enzos desconocidos que conocidos Perettis.
Y finalmente llegamos a una composición que sí encontré completa, redonda, laburada, estudiada en todo sentido, desde todo punto de vista y de una belleza incomparable, Elena Roger es Nora Edloc, me encantó. Su rostro, sus ojos, sus miradas, su composición ajustada a ese rol tan vigoroso y tan esquivo a la vez que le impone el ser doble agente.
Lucía Puenzo escribe el guión y dirige esta valiosa película con buenas actuaciones.
Pasea su
cámara a gusto y discrecionalmente de la manera y por dónde parece sentirse más
cómoda.
Aunque esas
vistas largas de los paisajes del sur, de los caminos de tierra eternos,
humedales y nieves; esas entradas y salidas de autos de época, las aperturas
de tranqueras, los pasos que ascienden por la escalera de la posada; el pasillo rojo que
lleva a la habitación del secreto, del miedo, de la unánime verdad y el cielo…. El cielo… tal vez, según yo lo
veo que no sé nada de cine solamente estoy narrando lo que vi, todas esas
escenas complementan aquello que el guión no dice pero que hubiera sido
estupendo que diga.
Y creo que lo que no se dice está en la falta de referencia histórica. Es lo que está ausente y que hubiera sido genial tenerlo precisamente porque de esa parte nadie habla... Por eso digo que la frase "No me importa quien sea" es perfecta, fundacional.
Y creo que lo que no se dice está en la falta de referencia histórica. Es lo que está ausente y que hubiera sido genial tenerlo precisamente porque de esa parte nadie habla... Por eso digo que la frase "No me importa quien sea" es perfecta, fundacional.
Y frente a esa omisión los
personajes tan bien ensamblados se quedan a mitad de camino, eso! Eso! que los personajes y las escenas centrales y
el nudo y desenlace de la película no se quedara solamente en la vista de la
inmensidad de nuestro sur, y su historia negra jamás narrada; que tal vez con un poco más de vuelta de
rosca hubieran encontrado TODOS su justa medida para llegar al final y sentir
que no ha faltado nada, nada, nada.
Porque la
sensación al final, más allá de la ensordecedora banda musical, innecesaria a
mi juicio, es de insatisfacción, de haber probado y solamente probado en un
gran plato de cerámica de Limoges un bocadito apenas de una exquisitez que no
alcanzó a retener un vigoroso sabor en boca, largo, tan largo como esta historia
que por ser tan interesante uno se ha ido de la sala con ganas de ver más
historia, conocer por lo menos que fué de aquella muñeca llamada “Wakolda” que
Lilith liberó para poder cumplir un sueño que nunca pudo ser.
Buena
película, pero con una intención que quedó a mitad de camino.
Datos y
Ficha técnica en http://www.imdb.com/title/tt1847746/